Mié, 08/06/2022
Innovación y naturaleza para mejorar el espacio industrial

Intervención de Indnatur en el Polígono de Argales

Aprovechar el poder de la naturaleza es clave para dar respuesta a los desafíos sociales más urgentes. ¿Por qué? Se potencian y se saca partido a los ecosistemas que protegen la biodiversidad y, al mismo tiempo, secuestran carbono, favorecen la adaptación al cambio climático y entrañan otros beneficios económicos y sociales para el bienestar ciudadano. 

Un camino innovador que recorren Valladolid y Braganza con INDNATUR. El proyecto europeo verde para mejorar los polígonos de Argales y Cantarias tiene como objetivo la mejora del entorno urbano y de la calidad del aire en áreas industriales, así como la adaptación al cambio climático. «Es todo un reto no solo a nivel de actuación, también de conservación. El polígono es un espacio complejo, con canalizaciones e infraestructuras que a veces limitan las acciones y con un alto nivel de emisiones; con una entrada y salida continua de camiones que requieren de mucho espacio para sus maniobras.

Y, por otra parte, un tráfico intenso y rápido de vehículos. No obstante, estamos muy orgullosos porque hemos llevado a cabo intervenciones que abren el ca-mino para renaturalizar estas zonas urbanas, incluso hemos recuperado un espacio en el arroyo Espanta», asegura Charo Chávez, concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid.

«Este es un primer paso en el que se ha ejecutado un corredor verde y azul como punto de partida para que la innovación y la naturaleza mejoren las áreas industriales», señala Chávez.

Las intervenciones se han lleva-do a cabo en la rotonda Pilar Miró, al lado de este arroyo, «que ya están usando los trabajadores del polígono como zonas descanso o en su pausa para comer», en la Avenida Norte de Castilla y en la Avenida de Zamora. «Se han pla-tado árboles y arbustos, tanto en alcorques como en maceteros de madera, en función de las limitaciones de las canalizaciones; se han instalado medianas verdes con vegetación y pavimentos especiales para facilitar el drenaje, un jardín de lluvia y un estanque de retención».

En esta misma línea se expresa Rosario del Caz, profesora de la Universidad de Valladolid y coordinadora del proyecto INDNATUR, de cooperación con Portugal, quien insiste en que este proyecto es un piloto para analizar si las intervenciones que se están llevando a cabo ayudan a combatir las olas de calor, la contaminación del aire, el aumento de la temperatura, precipitaciones fuertes, sequías… «Es-tamos probando y solucionando muchas dificultades que nos estamos encontrando por la complejidad del espacio».

No obstante, trabajan para dotarlas de elementos naturales de vegetación y agua, en busca de beneficios como la absorción del CO2 del aire, la evaporación y transpiración, la disminución del efecto isla de calor, más sombra, humedad, frescor, contribución a la bio-diversidad de la fauna y la flora y la mejora del firme, que favorece la filtración de agua y, por ende, evita las inundaciones.

Son muchas las ventajas que tiene la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza. En esta línea, Del Caz comenta que las principales son medioambientales: «Los polígonos son islas de calor, en las que se genera una importante cantidad de emisiones, tanto directa como indirectamente, bien sea por los propios procesos industriales, bien por la enorme demanda de movilidad rodada que conllevan. Los sumideros tienen un papel clave, ya que asimilan los contaminantes», sostiene.

Estas intervenciones a pequeña escala en la Avenida Norte de Castilla, por ejemplo, han logrado que cuando llueve no se inunde la calle. «Estamos muy satisfechos por-que el suelo es drenante y hemos mejorado mucho la filtración de agua en la zona».

Los proyectos de renaturalización como INDNATUR buscan el bienestar de las personas, de ahí los bancos que se han colocado en la Avenida Norte de Castilla o la zona de descanso de la rotonda Pilar Miró, que ha mejorado también visualmente al retirar el muro y abrir el espacio al arroyo, con una separación de madera, jardín de lluvia y pavimento filtrante en el aparcamiento.

Desde el punto de vista económico, es «esencial», ya que consigue un entorno más atractivo, saludable y lo revaloriza… «Colocar estas soluciones en las em-presas también incide en las polí-ticas de responsabilidad social». No hay que olvidar, subraya Del Caz, que, aunque ahora es un piloto, si estas medidas se pudieran implantar en todo el polígono, la temperatura podría bajar hasta cinco grados. Por ejemplo, dice, se podría reducir el aire acondicionado y tendría un impacto económico muy importante al reducir su factura.

Otro valor añadido de este proyecto europeo Interreg es que bus-ca una mayor integración de zonas urbanas industriales como Argales, rodeado de zonas residenciales y al que se accede sobre todo con vehículos, siendo casi nulo el paso con bicis y peatonal. «La falta de arbolado o cualquier otra vegetación junto con el alto porcentaje de superficie impermeable convierten la zona en una isla de calor, con baja presencia de diversidad biológica e inhóspito para las personas que trabajan o visitan el polígono».

El proyecto medirá los resulta-dos y su potencial en aspectos como la mejora de la calidad del aire y, con ella, de la salud de los trabajadores y visitantes; la mejora del funcionamiento del ciclo del agua y la reducción de la isla de calor, entre otros. «No hay que olvidar que este tipo de proyectos euro-peos incluyen siempre la monitorización para que sean útiles y pue-dan evaluarse sus resultados», subraya Charo Chávez.

PROYECTO TRANSFRONTERIZO

La cooperación transfronteriza con Portugal en el territorio del Norte de Portugal y Castilla y León (NORCYL) viene marcada, desde hace más de 20 años por un objetivo europeo claro: conseguir que es-te territorio sea más competitivo gracias al aprovechamiento de la riqueza natural y cultural y, sobre todo, del fomento de la innovación tanto en sectores tradicionales como emergentes. 

Para el crecimiento sostenible se impulsan ejes clave como la protección del medioambiente, la adaptación al cambio climático, la prevención de riesgos naturales, el fortalecimiento de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación y la mejora de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas. 

Así pues, INDNATUR, se alinea con los objetivos territoriales del Área de Cooperación y ha diseña-do sus actividades y acciones en función de ellos. El proyecto en el que participa el Ayuntamiento de Valladolid está coordinado por la Universidad de Valladolid, y cuenta con AEICE, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, la Diputación de Ávila, el Instituto Politécnico y la Cámara de Braganza (Portugal).

Por otro lado, el proyecto también incorpora medidas para la mejora de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, en tanto que la mejora notable de espacio físico de los polígonos industriales será una buena carta de presentación de empresas por su compromiso con la sostenibilidad ambiental. Así mismo, su plan de trabajo ha incluido acciones de formación y talleres para la promoción del empleo verde y el em-prendimiento con el fin de estimular la economía y fijar tejido productivo en nuevos nichos que abren la transición ecológica y digital.

Por último, hay que hacer referencia al carácter innovador de las NBS y a que el proyecto tiene también un componente de investigación y demostración que converge con uno de los ejes prioritarios de creación de un espacio NORCYL competitivo.

Artículo publicado en el suplemento Innovadores de el Mundo de Castilla y León. Autora: E. Lera.