«Hay que seguir formándose constantemente». Lo dice Isabel Valentín, creadora de Sacoconfort y emprendedora, desde la experiencia de tres años de rodaje de este proyecto dirigido a «ayudar a las personas que lo necesitan» con unos sacos adaptados a sillas de ruedas de personas adultas para protegerlas del frío y la lluvia en invierno.

El curso de CREA (Centro de Recursos para Emprenedores) de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valladolid en el que Valentín participó en 2018 fue el primero de múltiples programas de formación. El último, durante los meses de confinamiento, un curso de Asistente Personal, «para tener abiertas más alternativas». «Los cursos te permiten estar en contacto con expertos, personal especializado que te orienta y te ayuda a encauzar mejor tus líneas de trabajo», reconoce la creadora de Sacoconfort.

Catorce años de experiencia en residencias de ancianos le daban a Isabel Valentín una visión muy completa de las necesidades. A lo largo de este tiempo había visto que muchas personas mayores que se negaban a salir de paseo por el frío y la mantita con la que les abrigaban no era suficiente para protegerlos. ¿Por qué no hacer unos saquitos como los de los bebés cuando van en sus cochecitos, pero adaptados a la silla de un adulto? Y de ahí surgió Sacoconfort, que probó en el propio centro en el que trabajaba. «Tuvo tanto éxito que se lo rifaban», recuerda.

A finales de 2017 su cuerpo dijo basta tras la última lesión profesional y en enero del año siguiente ya comenzó su proceso de formación emprendedora con el programa CREA. «Vengo de la rama sanitaria y no tenía ni idea de todo lo que había que hacer para montar un negocio. A través de CREA nos fueron guiando: qué significaba ser autónomo, requisitos, fiscalidad, tipos de contrato, elaborar un plan de negocio, fijar el precio de un producto, cómo atender a clientes, marketing… Fue el primer empujón para empezar», relata.

El plan de negocio que diseñó para Sacoconfort ha servido de hoja de ruta pero ese planteamiento teórico ha sufrido modificaciones a lo largo de los años y encontrarse con la realidad del día a día. Los tres años de rodaje le dan una perspectiva para saber qué pasos hubieran sido distintos. «Dediqué las ayudas que me concedieron, tanto de CREA como de Fondesva al marketing, a crear la web, redes sociales, publicidad… Ahora me estoy dando cuenta de que así no se empieza un negocio y es un error en el que caemos el 90 por ciento de los emprendedores», reconoce.

Su atención personalizada y a la medida hace que el boca a boca sea su mejor herramienta de venta. Después de 204 sacos entregados, sus clientes se han convertido en sus mejores prescriptores.

Por la cabeza de Isabel Valentín no dejan de surgir ideas en torno a su proyecto de Sacoconfort y trabaja ya en una línea de complementos para las sillas de ruedas y un nueva línea de negocio dirigida a la confección de ropa para personas con problemas de movilidad.

Abiertas las inscripciones para la segunda edición de CREA 'online'