«El valor de aprender es crítico, y el de equivocarse»
«El mundo no está quieto, y si te quedas quieto estás condenado a morir y más el siglo XXI», asegura Elena López Gunn

 

Geógrafa, de 49 años, Elena López Gunn, tras 20 años en Reino Unido trabajando en la universidad vuelve a España para participar en un 'think tank' (grupo de expertos e investigadores) con la idea de poder influir en la gestión pública a través del conocimiento. Después de esta experiencia y su paso por el sector privado, esta doctora apasionada por la investigación decide emprender una aventura innovadora: «En la empresa privada no hablan, hacen, son muy ejecutivos, y eso me gustó: transformar las ideas en proyectos».

–Icatalist, una empresa especializada en sostenibilidad. ¿Su motor?

Una gran motivación ha sido generar empleo para la comunidad científica, un espacio para que la gente pueda volver. España cuenta con gente muy formada que se va a lo mejores departamentos de otros países. Además, el nombre viene precisamente de la palabra 'catalizar' para aportar soluciones útiles y reales. Casi todos en la empresa veníamos del mundo de la investigación pura, con ideas muy buenas que nunca llegan a aplicarse. La investigación es crítica, ahora lo estamos viendo con la crisis de la Covid-19, pero también es muy importante ponerla al servicio de la sociedad.

–Y esas soluciones prácticas ¿en qué campo concretamente?

Estamos centrados en el cambio climático y el medioambiente, un sector en el que es aún más urgente trabajar en conexión con los agentes sociales: ayuntamientos, empresas de gestión del agua, energía…, y ahora con el prisma de la economía circular, para que los proyectos sean más sostenibles desde una base integrada.

–Un equipo, entonces, muy especializado…

Sí, la mitad somos doctores; un equipo muy capacitado y formado. En esta última fase, después de ocho años, también se han incorporado perfiles muy importantes en marketing y economía… Ahora será clave contar con un profesional digital. Me interesa mucho cómo utilizar los datos para tomar decisiones en la adaptación (y mitigación) al cambio climático, un ámbito en el que nos estamos especializando.

–Por ejemplo, cómo paliar las inundaciones en Valladolid…

Con el proyecto Impluvium; se centra en pequeñas intervenciones para proteger a población vulnerable, como los niños, ante inundaciones por lluvia excesiva. Es casi como acupuntura urbana; hemos mapeado y detectado los colegios con este tipo de riesgo y diseñado un método de recogida de agua para reutilizarlo y quitar presión al sistema de alcantarillado. Se ha elegido un centro concreto, la escuela infantil de 'El Principito', y una arquitecta de Valladolid ha ideado el sistema de recogida y reciclaje para reverdercer y dar sombra al espacio. Es economía circular a pequeña escala que crea empleo.

–También habéis utilizado un juego para concienciar a los más jóvenes.

Un juego de mesa para adolescentes, VallaCambio, pretende hacerles entender lo que es una emergencia climática para que sean parte de la solución y evitar la sensación de que no pueden hacer nada. Un tablero con el mapa de Valladolid y cartas les da juego para actuar a nivel local, cambiar hábitos y reducir riesgos, con medidas verdes y enfoques innovadores.

–Enfoques nuevos ¿como el de la recogida de agua del estadio Zorrilla de Valladolid?

Efectivamente, el estadio se podrá autoabastecer con agua de lluvia tratada para el riego. Se trata de un sistema que ya se ha aplicado en el estadio de Sparta, en Rotterdam, y hemos colaborado, apoyando a la empresa holandesa Field Factors, junto con el proyecto URBANGreenUP, un fondo de innovación holandés, el Ayuntamiento de Valladolid, Aquavall y el Real Valladolid.

–Innovación y conexión europea, ¿son claves de vuestros proyectos internacionales?

Así es, precisamente hace un mes me llamaron del Intergovernamental Panel of Climate Change (IPCC) para formar parte de este grupo científico internacional de referencia para el cambio climático, en el capítulo del agua. Sus informes periódicos y específicos son esenciales para tomar las mejores decisiones. Para mi será importante participar en este equipo de 5.000 expertos y aplicar este conocimiento en varios de nuestros proyectos, como el proyecto europeo Naiad.

–¿Naiad?

Sí, como las náyades, que en la mitología griega representaban a las diosas de los ríos, hadas que cuidaban del agua. Es el concepto de este proyecto H2020 en el que participamos coordinado por la Confederación del Duero. Si tú proteges la naturaleza, la naturaleza te protege a ti.

–¿Qué supone ser una empresa innovadora?

Es muy difícil, en España… no vamos a mentir. La labor de instituciones como la Agencia de Innovación del Ayuntamiento de Valladolid es clave y excepcional… Los proyectos son complicados y lentos, pero hay que arriesgarse, y si sale mal también aprendes. Yo se lo digo a mis hijos, de lo único que no hay que tener miedo es de hacer las cosas de una forma diferente. Es lo que decía Einstein, si haces lo de siempre, te saldrá lo de siempre. Atrévete a imaginar otras cosas y aprende, porque el valor de aprender es crítico.

–Y el valor de equivocarse...

Es importantísimo equivocarse también. Y así avanzas, si no te quedas en el mismo sitio y te vuelves rancio. Porque el mundo no está quieto. Si te quedas quieto, estás condenado a morir y más en el siglo XXI; la tasa de cambio se ha acelerado como nunca en la historia. Por eso la innovación tiene que estar en el ADN de todo, de las personas, las instituciones, las empresas…

–Y así crear un entorno propicio.

Exactamente. No se trata sólo de cómo innovo yo, sino de crear un ecosistema de innovación porque uno solo no puede. En el proyecto europeo Brigaid, estamos analizando cuáles son los ingredientes necesarios para crear comunidades de innovación como el caso del estadio Zorrilla. Al igual que las setas crecen en un entorno determinado, tú puedes crear e incentivar las condiciones necesarias para innovar. Y esto en España se puede y debe mejorar porque somos muy creativos por naturaleza. Ahora con la situación de la nueva normalidad post Covid será clave hacer una apuesta conjunta, organizada y con recursos por la innovación y un cambio en nuestro modelo productivo hacia la sostenibilidad.

(Artículo publicado el 31 de mayo de 2020 por El Norte de Castilla en sus páginas de Economía, sección 'Innovación y Desarrollo Económico en Valladolid', y elaborado por la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valladolid)