El emprendimiento como elección de futuro

 

  • Costuras Mabe S.L.L. es uno de los 138 negocios que se han beneficiado de la subvención de empresas de nueva creación del Ayuntamiento de Valladolid.
  • Mabe se constituyó como sociedad laboral limitada y con un capital de 64.000 euros

Seis mujeres desempleadas, cuatro de ellas mayores de 35 años. Un joven en paro y menor de 35 años. Siete puestos de trabajo a tiempo completo y 25 años de media de experiencia en el sector. Son las cifras que le han valido a Costuras Mabe S.L.L. ser una de las 138 empresas beneficiarias de una ayuda a fondo perdido de 2.250 euros, correspondiente a la subvención para empresas de nueva creación del Ayuntamiento de Valladolid.

Elena Hernando, Elena Rodríguez, Begoña González, Belén León, Ana María Duque, Montse Maté y Alejandro Herrero son los promotores de este proyecto empresarial que inició su actividad en abril de 2014. Se trata de un taller en el que se realizan labores de costura, arreglos y transformaciones en prendas de ropa y cortinas, para comercios de decoración y moda, y también para particulares. Los siete tienen un pasado laboral común en la empresa Sánchez y Moraga S.L., dedicada también a labores de costura, y que, al no poder afrontar los envites de la crisis, se vio obligada a cerrar sus puertas en diciembre de 2013.
“Intentamos buscar trabajo por cuenta ajena, pero no tuvimos éxito. Todas nosotras tenemos cerca de cincuenta años y ya no nos cogían en ningún lado. En cierta medida, nos veíamos desamparadas y sentíamos que teníamos todas las puertas cerradas. Pero llevábamos toda la vida trabajando y no estábamos dispuestas a quedarnos en casa”, relata Elena Hernando.

Solían quedar a menudo para contarse sus avances en la búsqueda de empleo y resolver cuestiones relativas al despido. Sin apenas darse cuenta, sus charlas comenzaron a centrarse en un único tema, montar una empresa por y para ellas. Así surgió la idea de crear Costuras Mabe S.L.L., un taller de costura situado en la calle Olmedo, 17-21 de Valladolid, en pleno corazón del barrio de las Delicias. La ilusión y las ganas de acometer el nuevo proyecto fueron más fuertes que los muchos obstáculos que se encontraron en el camino.

Belén es un claro ejemplo de ello. Sus 62 años no han sido impedimento para emprender, tras toda una vida como trabajadora por cuenta ajena. Desde los 14 años ha vivido rodeada de dedales, agujas y telas, y no quiso perderse la oportunidad de vivir esta aventura empresarial rodeada de sus compañeras. “Podía haberme jubilado en diciembre, pero he decidido continuar otro año más trabajando”, comenta esta experta cosedora.

Las seis costureras iban a necesitar en su taller alguien que se encargara de la logística y las tareas administrativas. Recurrieron a Alejandro, un antiguo compañero de trabajo, con el que existía gran afinidad y una buena relación. “Cuando me propusieron formar parte de la empresa, no lo dudé. Emprender en tiempos de crisis supone un riesgo, pero estoy seguro de que nos va a ir muy bien. Trabajar con ellas es muy fácil. Tenemos las tareas muy bien repartidas. Yo me paso prácticamente todo el día fuera, recogiendo y entregando las prendas. En el taller no paro mucho, ya que lo único que sé hacer, es descoser”, bromea.

Una S.L.L. como forma jurídica
 

El capital social con el que crearon la empresa ascendía a 64.000 euros, y la forma jurídica que eligieron para MABE fue la de un Sociedad Laboral Limitada (S.L.L.), que se enmarca dentro de las consideradas de Economía Social, y en la que predomina el interés de la comunidad sobre el interés del capital, persiguiendo una mayor estabilidad en el empleo.

Buscaron un local que se ajustara a sus necesidades, y lo encontraron en la calle Olmedo. Compraron maquinaria de segunda mano y una furgoneta con la que hacer los repartos y recogidas de ropa en los establecimientos que figuran en su cartera de clientes.
“Montar el negocio ha sido mucho más complicado de lo que nos habíamos pensado. Nos hemos encontrado con muchas trabas por el camino, sobre todo, porque los siete socios somos trabajadores dentro de la empresa. Somos dueños y a la vez empleados por cuenta ajena. Nadie lo veía muy claro, pero la unión que hay entre nosotros fue lo que nos hizo seguir adelante. Aquí todos aprendemos de todos, y eso es muy enriquecedor”, explica Ana María, quien un día vio en prensa información sobre las ayudas del Ayuntamiento a las nuevas empresas creadas en 2014 e informó al resto de sus compañeros. “Consulté las bases y vi que podíamos encajar. Enseguida hicimos las gestiones necesarias para solicitar la subvención. Los 2.250 euros que nos han concedido, van a suponer un gran empujón para nosotros y nos ayudarán a seguir avanzando”, añade esta costurera.

La mayor puntuación
 

El hecho de que la mayor parte de los trabajadores fueran mujeres desempleadas de más de 45 años y 1 desempleado menor de 35, y que fuera una empresa de economía social, le valió a Costuras Mabe S.L.L. ser el proyecto empresarial con la mayor puntuación (19 puntos) de todos los que se presentaron a la convocatoria de Subvenciones a Empresas de Nueva Creación del Ayuntamiento de Valladolid. Unas ayudas cuya dotación total alcanza los 312.500 euros, asignados mediante el sistema de concurrencia competitiva.

Disfrutan con lo que hacen. Ponen pasión en cada puntada y miran hacia el futuro con la ilusión de que éste será mejor. Elena, Begoña, Belén, Ana María, Elena, Montse y Alejandro son los nombres propios de esta historia de emprendimiento, beneficiara, junto con otras 137 de la ciudad, de la dotación de 2.250 euros concedida por el Ayuntamiento de Valladolid.

(Artículo de Laura Negro publicado en "El Norte de Castilla" el día 4 de enero de 2016 
Es el segundo de la seríe de artículos que se publicarán para difundir el Plan de Empleo Municipal 2015 puesto en marcha por el Ayuntamiento de Valladolid)