Aprendizaje profesional, enriquecimiento personal
El Ayuntamiento de Valladolid financia becas, gestionadas por la Fundación General de la Universidad, para la inserción laboral de los recién titulados universitarios en el ecosistema empresarial de la ciudad

 

Universitarios que concluyen la carrera o el enésimo máster. Jóvenes que pasan parte de su tiempo enviando currículums mientras esperan, en muchos casos en vano, la llamada de una empresa que les conceda una oportunidad de demostrar su talento. Son historias personales que, a pesar de ser únicas en esencia, se repiten año tras año y que no siempre acaban con final feliz.

Para paliar estas situaciones, y actualmente para hacer frente a la crisis provocada por la Covid-19, instituciones como el Ayuntamiento de Valladolid, a través de la Concejalía de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio y su Agencia de Innovación, y la Fundación General de la Universidad ofrecen un programa de transferencia de conocimiento para que las empresas se nutran con universitarios recién titulados. Gracias a estas practicas, esta alianza laboral se ha consolidado en el tiempo, con el incremento de la inserción laboral de los universitarios hasta un 65% en la última edición.

Una de las becarias participantes en este programa es Paula Adeva Seco, una filóloga hispánica que no quiso ser profesora porque su pasión es el mundo digital y su objetivo pasa por «humanizar Internet y enseñar nuevos conceptos en los entornos digitales. Creo que las personas que optamos por la rama de Humanidades tenemos muchísimo que aportar en este sector». Hay que recordar que en el 2020 los universitarios licenciados en Marketing, Publicidad, ADE y Comercio han sido los más solicitados.

La empresa Tic Tac Soluciones Informáticas hizo realidad los deseos laborales de Paula y la eligió a través de la beca Funge, «y gracias a ella, además de encontrar trabajo, me ha dado la posibilidad de aprender a nivel personal y profesional; esta beca es una oportunidad para incluir más experiencia en tu currículum pero también sirve para enriquecerte como persona».

Silvia Sánchez Díaz, filóloga inglesa, antigua becaria Funge y, actualmente, jefa de Sección de Tic Tac Soluciones Informáticas, reconoce que esta iniciativa «permite a la empresa conocer distintos perfiles de universitarios con sus respectivas carreras, y saber cómo trabajan». «En nuestro caso –explica– nos ha dado la posibilidad de encontrar jóvenes proactivos y multidisciplinares porque buscábamos cosas muy específicas. Es una forma de comprobar, de primera mano, el talento de las personas», asegura.

Un tren que hay que coger

El ingeniero David Tristán Gago no lo dudó. En cuanto se hizo pública la convocatoria del programa de becas Funge, «la solicité porque sabía que era un tren que tenía que coger porque, tal vez, nunca volvería a pasar». Su destino, la empresa Solyven, colmaba sus deseos: «Quería acceder al sector energético y centrar mi carrera profesional en él porque sus perspectivas de futuro son muy prometedoras, especialmente todo lo relacionado con las renovables».

David lo consiguió y su experiencia no ha podido ser más positiva. «En la empresa se han centrado en mi desarrollo, en facilitarme un progreso y en enseñarme. No se puede estar más a gusto, pero no solo en el aspecto profesional, sino también en el personal».

Raúl Barrigón (i) y David Tristán

 

Uno de los culpables de la felicidad laboral de este joven universitario es Raúl Barrigón Parra, uno de los profesores de David y, en estos momentos, director de Solyven, empresa especializada en energías renovables y con todo lo relacionado con la eficiencia energética, climatización y aerotermia.

Raúl explica que las becas Funge son una excelente oportunidad para encontrar «ingenieros que han terminado la carrera, que cuentan con amplios conocimientos, poca experiencia y muchas ganas de aportar cosas. Tenemos la oportunidad de conocerlos, y si se dan una serie de circunstancias, entre ellas que los becarios estén contentos con el trabajo, puedan quedarse en un sector que es privilegiado por sus perspectivas de crecimiento».

El director de Solyven destaca la importancia de este tipo de becas y reconoce que «es más fácil para una empresa como la nuestra contratar a esas personas que han demostrado que tiene conocimientos y muchas ganas de trabajar y hacer cosas», concluye.