La rehabilitación del Distrito FASA, centrada en la eficiencia energética y en la innovación, ha reducido en más de un 70% las emisiones de carbono. Casi 400 viviendas y más de 1.000 vecinos son los beneficiados directamente a través de un modelo de financiación basado en el ahorro de energía, un 30%.
El proyecto Remourban ha logrado, en su 19ª edición, el premio ASPRIMA-SIMA a la “Mejor Iniciativa de Regeneración Urbana” que concede el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) en colaboración la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (ASPRIMA). Se trata de un galardón de referencia en España, con diez categorías, que reconoce los mejores proyectos del sector en ámbitos, como la innovación, la formación en la empresa o la sostenibilidad. Los últimos galardonados en materia de regeneración urbana han sido Vialia Estación de Vigo y la ciudad de Lisboa.
Por este motivo se desplazan esta tarde a Madrid el alcalde de Valladolid, Oscar Puente, y la concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, Charo Chávez, que recibirán a las 19 horas la distinción en el recinto madrileño de IFEMA, donde se celebra el Salón Inmobiliario.
El alcalde asegura que este es un ejemplo de la nueva política del Ayuntamiento de Valladolid en materia de urbanismo -ha citado el trabajo realizado por Manuel Saravia como concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda-, eficiencia energética y lucha contra el cambio climático.
“Remourban", ha señalado Óscar Puente, "es un claro ejemplo de cómo la innovación incide en la vida diaria de las personas. Casi 400 viviendas y más de 1.000 vecinos han mejorado su confort, su calidad de vida y su ahorro gracias a la rehabilitación sostenible. Este es precisamente el objetivo de los programas de innovación europeos, como H2020 y Horizonte Europa. Y más aún ahora con la ola de renovación de edificios que se está impulsando como un factor clave para lograr que se reduzcan las emisiones en las ciudades”.
Regeneración urbana sostenible
Esta distinción que recibe hoy REMOURBAN subraya que es un caso de éxito en el ámbito de la regeneración urbana sostenible. No sólo se trata del primer proyecto europeo H2020 (Horizonte 2020) que se llevó a cabo en Valladolid, con el Ayuntamiento como socio de un gran consorcio internacional y con CARTIF como coordinador, sino que además pone de relieve la necesidad de este tipo de proyectos pioneros que mejoran sustancialmente el bienestar de las personas. Más aún en esta década en la que la Comisión Europea ha elegido a 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutras para que aceleren el cambio hacia la descarbonización, entre ellas Valladolid.
Junto con Nottingham (Reino Unido) y Tepebasi (Turquía), Valladolid ha sido ciudad demostradora de esta iniciativa que ha apostado por un modelo de regeneración urbana y de transformación sostenible a través de la eficiencia energética, la movilidad sostenible y las TICs.
La experiencia de REMOURBAN ha supuesto un hito y un antecedente en la hoja de ruta de la ciudad y su plan de acción dentro de la ‘Misión Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutras 2030’ que aborda la regeneración urbana y la movilidad como dos pilares fundamentales de trabajo para lograr la reducción drástica de emisiones, en línea con la “Ola de renovación” de los edificios que propone Europa.
Reducción drástica de contaminantes
Las acciones desarrolladas en el distrito FASA (más de 1.000 residentes y casi 400 viviendas con un área de intervención de 24.700 m2) han permitido la reducción del consumo de energía en alrededor de un 30% con una contribución del 80% de biomasa, lo que reduce las emisiones de CO2 del distrito en un 77%. La factura energética de los vecinos del distrito se ha reducido en un 64% incrementando en un 14% su confort térmico. Estas cifras reflejan el potencial de los distritos para ser más eficientes energéticamente y contribuir a lograr los objetivos de la UE de neutralidad de carbono en 2050.
La reducción de la demanda de energía y el aumento de las condiciones de confort han sido claves en el diseño del proyecto de rehabilitación.
La seña de identidad del proyecto, distrito de “baja energía o casi cero”, se logró gracias a la integración y gestión de suministro de energía más eficiente y con fuentes, sobre todo, de recursos locales (biomasa proveniente de los pinares de Segovia y solar fotovoltaica), la participación activa de una comunidad de vecinos con arraigo en la ciudad desde los años 60, una renovación rentable de los edificios con la mínima perturbación, y soluciones transversales TIC de gestión para optimizar los rendimientos y las condiciones de confort.
El distrito se eligió por ser un área compacta y punto de partida como ejemplo para otras zonas con un potencial similar de ahorro energético y de integración de fuentes renovables. El barrio de FASA construido para los trabajadores de Renault, era el candidato ideal: 19 bloques de 5 plantas, una torre de 14 plantas, así como un edificio con una central térmica que abastecía de calefacción a las 398 viviendas. Una red de calor con dos calderas, una de gas natural y otra mixta de gas natural-gasóleo, un sistema de ACS individual con tres fuentes de energía diferentes: gas natural, butano y electricidad, y severas deficiencias en su aislamiento térmico y, por consiguiente, elevado consumo de calefacción.
El apoyo institucional del Ayuntamiento de Valladolid fue también decisivo para que los vecinos suscribieran la iniciativa, no sólo con las subvenciones concedidas de 617.500 euros sino también con la escucha activa durante todo el proceso a este colectivo, de avanzada edad en la mayoría de los casos.
En cuanto a la intervención energética, se rehabilitó la envolvente de los edificios, se instaló una fachada fotovoltaica en la torre, nuevas luminarias más eficientes para todas las zonas comunes y una completa renovación de la red de calor mediante el uso de biomasa integrando soluciones TIC y aplicando protocolos energéticos que evalúan el rendimiento y verifica el ahorro energético a escala de distrito.